Descubre la Fascinante Historia de los Cumpleaños: Una Tradición Llena de Significado

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“Las varias costumbres que la gente observa hoy día al celebrar sus cumpleaños se remontan a mucho tiempo atrás en la historia. Nacen dentro del dominio de la magia y la religión. En la antigüedad, las costumbres de felicitar, dar regalos y hacer una fiesta —con las velas encendidas que la completan— tenían el propósito de proteger de los demonios al que celebraba su cumpleaños, y de garantizar su seguridad durante el año entrante. […] Hasta el cuarto siglo, el cristianismo rechazó la celebración de cumpleaños como una costumbre pagana.” (Revista Zeit und Welt, suplemento del Schwäbische Zeitung, 3/4 de abril de 1981, pág. 4.)

La costumbre de rodear la tarta de velas viene de la antigüedad. El círculo de velas formaba parte de un ritual que protegía al homenajeado de los malos espíritus durante un año. Esto causó durante años que la Iglesia Católica considerase que la celebración del cumpleaños era un rito pagano.

Fue hasta el siglo IV d. C. cuando se empezó a difundir la fiesta de la Navidad como cumpleaños de Cristo, el 25 de diciembre en occidente y el 6 de enero en oriente. Esto hizo que, con el tiempo, también los cristianos festejaran sus propios cumpleaños uniéndose al de su Salvador (restos de este sentido cristiano del cumpleaños queda en una antigua tradición alemana que ponía en las tortas de cumpleaños la cantidad de velas que correspondían a la cantidad de años del cumpleañero más una vela grande que era la “luz de la vida” o la “luz de Cristo”).

Con el ascenso del cristianismo, la tradición de celebrar los cumpleaños cesó por completo. Para los primeros seguidores de Cristo, oprimidos, perseguidos y martirizados por judíos y paganos, y que creían que los niños entraban en este mundo manchadas ya sus almas por el pecado original de Adán, el mundo era un lugar duro y cruel, en el que no había razón para celebrar el cumpleaños de nadie.

“La noción de una fiesta de cumpleaños era muy ajena a las ideas de los cristianos de este período en general.” (The History of the Christian Religion and Church, During the Three First Centuries [La historia de la religión y la iglesia cristianas, durante los primeros tres siglos], Nueva York, 1848, por Augustus Neander, traducida al inglés por Henry John Rose; pág. 190.)

Los historiadores de la Iglesia interpretan muchas referencias cristianas primitivas a los aniversarios como el paso a la otra vida. El aniversario de un santo no es aquel en que nacieron en la carne, sino aquel en el que mueren. Había otra razón por la que los primeros Padres de la Iglesia predicaban contra la celebración de los cumpleaños. Ellos consideraban estas festividades, originadas entre egipcios y griegos, como reliquias de las prácticas paganas.

“Los hebreos de más tarde consideraban la celebración de cumpleaños como parte de la adoración idolátrica, un punto de vista que sería abundantemente confirmado por lo que veían de las costumbres comunes que estaban asociadas con estos días.” (The Imperial Bible-Dictionary, Londres, 1874, redactado por Patrick Fairbairn; tomo I, pág. 225.)

En el año 245 d.C., cuando un grupo de antiguos historiadores cristianos trató de fijar la fecha exacta del nacimiento de Cristo, la Iglesia católica consideró sacrílega esta investigación, proclamando que sería pecaminoso celebrar el nacimiento de Cristo como si fuese un faraón.

Los griegos creían que toda persona tenía un espíritu protector, o daemon, que estaba presente el día de su nacimiento y que cuidaba de ella durante su vida. Este espíritu tenía una relación mística con el dios en cuyo día de cumpleaños la persona nacía. Los romanos también aceptaban esta idea. […] Esta idea fue transmitida al campo de las creencias humanas y se refleja en la idea del ángel custodio, el hada madrina y el santo patrón. […] La costumbre de las tortas o bizcochos con las velas encendidas comenzó con los griegos […] Se ponían sobre los altares del templo de [Artemis] tortas redondas como la luna, hechas con miel, que tenían cirios encendidos. […] La creencia folklórica es que las velas de cumpleaños están dotadas de magia especial para conceder deseos. […] Los cirios encendidos y los fuegos relacionados con sus sacrificios han tenido un significado místico especial desde el tiempo en que el hombre comenzó a erigir altares a sus dioses. De modo que las velas de cumpleaños rinden honra y tributo a la criatura que celebra su cumpleaños y le traen buena suerte. […] Los saludos de cumpleaños y las felicitaciones son parte intrínseca de esta fiesta. […] Originalmente la idea estaba arraigada en la magia. […] Los saludos de cumpleaños tienen poder para bien o para mal porque en este día uno está más cerca del mundo de los espíritus. (The Lore of Birthdays, New York, 1952, Ralph y Adelin Linton, pag. 8,18-20).

Información tomada de www.wikipedia.com

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